La Heliofungia actiniformis, popularmente conocida como «plate coral» con tentáculos largos, presenta un manto carnoso de color verde brillante y puntas contrastantes en tonos neón —rosas, púrpuras o azules— que brindan un efecto visual cautivador bajo luz actínica. Su forma circular y extensión radial recuerdan a una anémona, con tentáculos que se mueven graciosamente en corrientes suaves. Ideal para colocar en la zona baja o media del acuario, sobre sustrato arenoso o roca firme, necesita espacio libre para evitar rozamientos.
Este coral requiere iluminación moderada para destacar sus colores sin quemar sus tejidos, y prefiere flujo suave que permita un movimiento natural sin dañarlo. Aunque obtiene energía de la fotosíntesis, responde muy bien a alimentación dirigida con mysis, artemia o alimento en polvo para LPS una o dos veces por semana, lo que mejora su textura, vivacidad y crecimiento. Su mantenimiento es de nivel intermedio: necesita parámetros estables (temperatura 24–27 °C, salinidad 1.025, calcio 400–450 ppm, alcalinidad 8–10 dKH, magnesio 1250–1400 ppm) y monitoreo ocasional. Una elección elegante, única y dinámica para quienes buscan un coral espectacular, lleno de vida y con presencia impactante en el reef sin llegar a ser una especie extremadamente delicada.
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